
Durante los turbulentos siglos XV y XVI, los samuráis formaron el pilar de los ejércitos del clan, cuyos odios convulsionaron Japón. El sogunado Tokugawa, que finalmente restableció un gobierno estable en 1603, segregó a los samuráis en ciudades fortificadas. Éstos formaron una clase propia dentro del rígido sistema Tokugawa, llevando dos espadas como símbolo de su casta y siguiendo un rígido código moral conocido con el nombre de bushido. Durante el tranquilo periodo Edo, los samuráis se convirtieron en oficiales del sogún o del daimio, o en simples asalariados desocupados. La pobreza obligó a algunos de ellos a renunciar a su condición o a dedicarse al comercio; otros se convirtieron en importantes eruditos o artistas.
En 1867 renunció el último sogún, y la clase samurái perdió sus privilegios en 1871 cuando todo el sistema feudal quedó abolido. Los daimio devolvieron sus tierras al emperador, se concedieron pensiones a los nobles y a sus guerreros, y se prohibió la costumbre de llevar espadas. En 1878, los nombres de daimio y samurai fueron sustituidos por los de kazoku o nobleza, y shizoku o clase acomodada, respectivamente.

ETIQUETA:DOCUMENTALES

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